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domingo, 29 de enero de 2017

La siniestralidad en época de crisis

Los datos que ha dado el ministro Zoido no son correctos, no puede darlos hasta febrero al menos; como no lo eran los que dio su antecesor, que decía que disminuían las víctimas cuando aumentaban

Lo dirán otra vez el año que viene y seguirá siendo erróneo. Estando el ministro Fernández, a primeros de enero repetía una y otra vez que el numero de víctimas mortales por accidentes de tráfico se seguía reduciendo. Juan Ignacio Zoido el flamante ministro del Interior ha empezado el año proclamando que es la primera vez que se rompe la tendencia descendente. Las proclamas son como mínimo erróneas. Contando Tráfico con profesionales estadísticos que han demostrado sobradamente su buen hacer, podían calificarse de mentirijillas consecutivas.

El número de víctimas mortales en accidentes de tráfico en 2010, el último año de Pere Navarro- el director general del carnet por puntos y otras grandes reformas- en la Dirección General de Tráfico (DGT) fue de 2.478, y llevaba descendiendo ininterrumpidamente desde el año 2000 cuando había alcanzado el máximo de 5.776. Es más, en 2011 hay una corrección en la metodología para que los datos de la DGT se ajusten a los del Instituto Nacional de Estadística (INE), que eran entre un 2 y un 5% inferiores. Esa revisión metodológica- irreprochable estadísticamente- y el impulso de la anterior gestión explican la reducción entre 2011 y 2013. En años sucesivos los fallecidos en accidente fueron 2.060, 1.903, 1.680. En 2014, hace tres años, hay un cambio de tendencia: los fallecidos ascienden a 1.688 en 2014 y 1.689 en 2015. En 2014 no hubo tres víctimas menos como dijo el anterior ministro del Interior Jorge Fernández, sino seis más según sus propios datos. Todos los datos son del «Anuario Estadístico de Accidentes 2015» el último publicado por la Dirección General de Tráfico.

El computo de fallecidos se debe hacer a 30 días, según la Orden del Ministerio que especifica las definiciones estadísticas y procedimientos por lo tanto a primeros de enero es imposible saber los datos definitivos. O sea los datos que ha dado el ministro Zoido no son correctos, no puede darlos hasta febrero al menos; como no lo eran los que dio su antecesor. Los datos de accidentes con víctimas debe incluir vias urbanas e interurbanas, heridos, y el cómputo de fallecidos debe incluir a los fallecidos en los treinta días siguientes al accidente así como los datos estadísticos relativos a los conductores implicados en los mismos. Eso es lo que dicen sus normas estadísticas.

Lo de Fernández era peor, porque decía que seguía la reducción cuando aumentaban las víctimas, y encima le daba las gracias a la directora general de Tráfico María Seguí que tuvo que seguir los pasos de su subdirectora y dimitir al ser investigada por sospechosas contratas y designación sospechosa de las autoescuelas que podían examinar para la recuperación de puntos. Eran dos puntazos que están siendo investigadas. Desde 2014, como he señalado, el número de fallecidos viene aumentando y el año pasado también, porque sigue aumentando desde 2011 el de accidentes con víctimas que suele arrastrar el número de fallecidos; aunque se haya reducido la proporción de fallecidos/heridos (el índice de letalidad).

Lo peor es que si Fernández atribuía sistemáticamente la siniestralidad al consumo de alcohol o drogas, ahora plantean revisar el sistema de recuperación de puntos, lo que están investigando a las exdirectoras. Los informes sobre siniestralidad vial recogían una docena de Indicadores de la Estrategia de Seguridad Vial que permite orientar acertadamente la lucha contra la siniestralidad. El alcohol, las drogas y fármacos es uno de los factores, según el «Informe de Siniestralidad de 2015», pero se reduce su consumo entre 2008 y 2015. Los otros factores concurrentes como la distracción-móviles-, uso del cinturón y el casco, la antigüedad del vehículo, haber pasado la ITV, o la velocidad inadecuada y otros tienen más peso. Estos «son factores que están incidiendo en la accidentabilidad y que deben ser abordados con políticas de intervención». En 2014, dice el informe citado, es «el año en el que se quebró la tendencia descendente que se venía observando desde el año 2004. Esta situación no ha sido un hecho exclusivo de nuestro país, la mayoría de los países de la Unión Europea, han roto su tendencia descendente». Lo que guarda relación con la crisis y la reducción en gastos de mantenimiento privados y públicos, y el envejecimiento del parque y las infraestructuras viarias; negar el aumento no es la respuesta, si queremos seguir siendo de los países europeos con mejores cifras de accidentalidad y menor numero de fallecidos con relación a la población total.

Fuente: Diario Información

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